
Lo
simbólico toma forma a medida que cruzas los mares a bordo del
Pequod, ballenero a cargo del persistente
Capitan Ahab, quien embriagado en deseos de venganza lleva a su gente hasta las aguas mas distantes en busca de su
nemesis, un cachalote albino de dimensiones biblicas. El
Pequod integrado por una
tripulación plagada de diferentes razas, desde
caníbales hasta africanos y varios mas se lanza tras la ballena celebre por sus heridas y por haber reventado varios barcos que quisieron cargar lamparas con su rico aceite.
Ahab un
calentón que seguro ya en la escuela no se
bancaba ni una
joda, quiere vengarse por que la ballena le arrebato la pierna en una vieja contienda, ¿que esperaba? si la
quería matar y cortar en
pedacitos, y la ballena una guacha, ¿
habrá usado la gamba del viejo
capitan de escarbadientes? por que la
piernita llena de varices de un viejo no representa ni un
copetin al paso. El relato es
atrapante y las descripciones de
Menville te transforman en arponero con titulo recibido con honores...
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